Partiendo de la idea de que la gente exitosa controla sus diálogos internos, sostengo que la autoestima del vendedor cumple un papel fundamental en esos diálogos y ellos ayudan a potenciar o a limitar resultados.
La autoestima, es nada más ni nada menos y en lenguaje coloquial, cuánto te quieres y cuánto te gustas. Es la que impacta, entre otras variables y de manera muy poderosa, en los logros de todo vendedor.
Los seres humanos, somos seres sociales y es por eso que la autoestima se construye en las interacciones con los otros.
Esos otros con sus dichos, sus gestos y sus silencios, “estampan” en tus pensamientos una forma de verte a ti mismo. Te imprimen un estilo de autovaloración que tiñe tu accionar como vendedor de manera tal que “eres el vendedor que piensas que eres”.
Tienes, como todos, la capacidad de pensar constantemente y ese diálogo interno, según la psicología cognitiva conductual, te genera emociones, a veces positivas y otras negativas, que disparan ciertos comportamientos.
Tus comportamientos son los que provocan una reacción en los demás. Con tus comportamientos generas un mundo en las ventas que quizás sea el que esperas, o quizás no. Muchas veces, las reacciones que obtienes de tus prospectos y clientes están generadas inconscientemente por lo que dices, por lo que haces, por lo que omites.
Ten cuidado con lo que piensas, porque trae consigo una serie de acontecimientos que no son mágicos, sino que tienen que ver con las emociones que nos impulsan a tomar y ejecutar ciertas decisiones que no siempre son las convenientes.
En reiteradas ocasiones se escucha a ejecutivos de cuentas decir “es que” el área de riesgo me lo impide”, “es que compras se demora en la respuesta”, “es que estamos caros”.
Estos “es que” pueden ser ciertos, pero muchas veces el “es que” más influyente sobre el
vendedor es aquel que proviene de su autoestima.
Ahora bien, ¿cómo trabajar la autoestima para impulsar tu efectividad comercial?
- Escúchate y presta mucha atención a tus diálogos internos
- Si reconoces que te hablas en negativo respecto a tu actuación como vendedor, realiza un stop
- Escribe textualmente lo que te dices a ti mismo y en qué momentos te lo dices, si es cuando hablas con un cliente, en el momento de presentarte o de hacer un intento de cierre por ejemplo
- Intenta relacionar eso que escribiste con comentarios sobre ti y tu forma de trabajar que te hacían o te han hecho, sobre gestos que te hayan quedado grabados en la retina relacionados con tu desempeño como vendedor
- Busca en tus recuerdos eventos donde te ha ido bien en tu trabajo, donde obtuviste lo que deseabas y te sentiste orgulloso de ti mismo. Guárdate a mano ese recuerdo y úsalo cada vez que haga falta para darte valor
- Visualízate como tu mejor versión de vendedor, como ese que anhelas ser
- Identifica si necesitas aprender algo más , algo nuevo y busca dónde, cómo y con quién hacerlo
- ¡¡Por último … manos a la obra!!
Y habrás iniciado el impulso para lograr esa efectividad comercial que estás buscando. Te deseo éxito en este camino. Es muy gratificante sentirse orgulloso de los propios
logros, sobre todo si se alcanzaron con esfuerzo y dedicación.