Los vehículos eléctricos son el futuro de los automóviles, ¿Pero cuán cercano esta de suceder esto en América Latina?
Los dos últimos años fueron una montaña rusa de la industria automotriz, comenzando por la escases de semiconductores que desencadenó una serie de demoras en producción, sumada a una crisis de salud que paralizó la producción normal en muchos lugares, de la misma forma que cayeron las cifras de ventas en la mayoría de los mercados globales.
Cuando el mundo estaba retornando a la Normalidad surgió otro gran problema debido a la crisis logística, no podemos negar que todo el transporte se disparo en precios, lo cual se vio reflejado en los precios de los vehículos. Ya comenzando a regularizarse los precios y logística de insumos, nos cae el conflicto bélico de Rusia y Ucrania, solo para nuevamente ponernos al filo de una crisis de insumos y demoras en la producción sumados a una crisis de precios de combustibles fósiles.
Parece la introducción a una novela, sin embargo, es una realidad para el sector, donde no todas las automotrices terminaron perdiendo, hay muchas que aprovecharon la realidad para encarecer productos, sacar de la línea productos con bajo margen, optimizar los materiales aportando por los productos de mayor rentabilidad y prácticamente dejando al auto económico muy al filo de desaparecer.
Sabemos también que los fabricantes de automóviles vienen sufriendo durante los últimos años serias imposiciones para bajar las emisiones en el total, de vehículos producidos, obligando así a invertir seriamente en electrificación o por decisión de algunos en proponerse abandonar los combustibles fósiles en el corto tiempo, en teoría esto sería lo ideal para el medio ambiente, para el planeta, por que en el papel todo es posible, sin embargo ¿estamos preparados?
¿Los eléctricos son la solución en Latinoamérica? o estamos importando un problema que incluso en Europa es un dolor de cabeza.
Revisemos un poco los problemas que atraviesa el mercado europeo. Los países mas avanzados en la electrificación automotriz como Noruega y Suecia hicieron grandes inversiones en puntos de recarga y sobre todo en puntos de recarga de alta velocidad, compromisos para descuento en impuestos y algunas ventajas que el estado ofrece a cambio de la reducción de emisiones, todo esto sumando a un plan a mediano plazo de reemplazo de vehículos a combustión por eléctricos y colocando fechas de caducidad a los combustibles fósiles.
Pero que pasa un escalón mas abajo, la penetración de los vehículos eléctricos todavía es muy baja, el precio a pagar por un eléctrico es elevado, pesa a las subvenciones, países como España aun no tiene una red de carga lo suficientemente solida para lidiar con los vehículos que están circulando, si en este momento se podría disponer de los fondos para montar la red, aun debe pasar el tiempo de implementación de la misma.
¿Quién sabe repararlos? podemos sumar la falta de conocimiento técnico al respecto de los eléctricos, nadie puede dudar que los dueños del conocimiento en este momento son los fabricantes lo que deja exclusivamente en sus manos los trabajos de reparaciones y muy al estilo de un servicio en taller autorizado a que las reparaciones sean de reemplazo excesivo de piezas. ¿existen suficientes técnicos preparados para estos trabajos? o también en su momento tendremos que pagar tarifas como de un medico especialista para tratar a nuestro vehículo.
Los vehículos eléctricos son en promedio 50% mas costosos que un auto similar de combustión interna, motivo por el que un cambio real a vehículos eléctricos solo podría ser posible con apoyo de políticas gubernamentales (dinero de contribuyentes, nuevamente nuestro bolsillo)
¿La oferta de energía podrá abastecer esta nueva demanda? o terminaremos cubriendo la demanda de energía eléctrica, también con combustibles fósiles. Es una gran verdad que vivimos en una crisis energética y los vehículos eléctricos están siendo prácticamente empujados a ser prioridad sin que el mundo este aun preparado y mucho peor en los países en desarrollo.
Los vehículos eléctricos en nuestra región no dejarán de ser un accesorio de lujo que puede demostrar responsabilidad con el medio ambiente, pero que no es sustentable para la mayoría de los usuarios de vehículos, con seguridad podrán ser comercializados en la región, pero los argumentos no son los mismos que el viejo continente. En Latinoamérica es un lujo tener un vehículo eléctrico, donde el usuario podrá disfrutar de los productos diferenciados con mas potencia, mas torque y tecnología, al mismo tiempo que se muestra socialmente responsable asumiendo costos como montar sus propios puntos de recarga e incluso subvencionar la necesidad de servicios especializados solicitados a los concesionarios.
Latinoamérica aun no tiene la penetración ideal de vehículos con los precios actuales y queremos cambiarla con normas europeas a que pague vehículos aun más costosos, que todavía no demuestran una verdadera ventaja para el consumidor, la región terminará importando el modelo o incluso se verá obligada a imponerlo por sanciones que puedan tener los fabricantes a llegar a sus compromisos de emisiones. pero aun estamos lejos de estar listos para una transición seria y masiva.
Los vehículos eléctricos llegaron para quedarse y con seguridad serán el futuro, pero en el corto plazo serán un hermoso accesorio de lujo direccionado a aquellos amantes del medio ambiente o por que no, de la moda y tecnología, que puedan pagar mucho más por un vehículo y verse mas responsables, el común de la población solo hará la transición cuando no tenga otra alternativa.